sábado, 15 de octubre de 2016

De las Batuecas a la Sierra de Gredos

Hacía más de seis años que no me dejaba caer por las bellas tierras salmantinas, y si unimos ésto a que nunca lo había hecho en moto, a las escasas dos horas y media que nos separan de su capital, a sus bellos pueblos y mejor gastronomía, ya iba siendo hora de subirnos a la moto y dejarnos perder por sus carreteras.
Completamos este fin de semana con un recorrido espectacular por las carreteras de la Sierra de Gredos, esta vez el regreso si que estuvo plagado de curvas, nada de camino rápido y para casa...

Viernes 7 de octubre. Pinto-Salamanca (235 Km.)
Como otros viernes de ruta, poco después de las cuatro de la tarde nos encontrábamos en la carretera, M-50 hasta la N-VI, túnel de Guadarrama hasta San Rafael y desde aquí una más divertida N-VI huyendo de la autopista hasta Sanchidrian, donde tomamos la CL-507. Cuidado con esta carretera, limitada a 90Km/h, en la que si te descuidas, y en ocasiones lo harás, te puedes llevar un buen susto en forma de trípode negro sobre la carretera, junto a vehículo camuflado ávido de inmortalizar ese momento.
Pues bien, he de reconocerlo, con el susto en el cuerpo, seguimos la marcha de forma más calmada hacia la ciudad que tuvo el privilegio de contar con la universidad más antigua de España.
A nuestra derecha, el rio Tormes nos recibe, la catedral al frente, nos da la bienvenida.
Antes de anochecer, nos encontrábamos en el corazón de la ciudad, su plaza mayor, que pese a ser uno de los monumentos menos longevo de su casco histórico, es de una belleza singular, con sus 88 arcos de medio punto, entre los que se alternan medallones esculpidos que representan a personajes ilustres de la historia de España, como peculiaridad decir que el de Felipe V aparece representado 3 veces, una por autorizar la construcción de la plaza y otra por cada uno de sus dos reinos; 477 balcones (tengo que reconocer que no me paré a contarlos), y muchas otras peculiaridades, como su reloj, lugar que habitualmente utilizan los salmantinos para citarse, "debajo del reloj".
Salamanca
Cualquier calle adyacente a la plaza mayor es ideal para perderse y dejarse transportar en el tiempo varios siglos atrás mientras se contemplan sus maravillas arquitectónicas, pero más allá de la antigua Universidad y su rana, la Catedral, su Casa de las Conchas, o las mezclas de románico, renacimiento, gótico y plateresco también están sus tapas; y es que Salamanca es una ciudad para tapear.

Sábado 8 de octubre. Salamanca-Candelario(206 Km.)
Poco a poco nos vamos alejando por la CL-512 de la ciudad de Salamanca, a medida que nos vamos acercando a las extensas dehesas y llanuras previas de las Batuecas.
La carretera hacia Vecinos, es una larga recta que nuestra vista no logra ver en toda su extensión, no debemos confundirnos, esto nada tiene que ver con las reviradas curvas que nos esperan.
CL-512 dirección Vecinos
En Vecinos tomamos la SA-205, una prolongación de la anterior, tanto en su trazado como en su entorno; encinas, alcornoques y terneros son los testigos de nuestro paso por esta carretera casi desierta.
Casi 50 kilómetros trazados con escuadra y cartabón hasta llegar a Linares de Riofrío, donde el trazado de la carretera se empieza a emborronar y a dibujar pequeñas curvas, antesala de lo que nos espera al llegar a San Esteban de la Sierra, donde el entorno empieza a ser más agreste y montañoso.
Miranda del Castañar
Miranda del Castañar es el primer destino del recorrido de hoy, situada en el corazón de la Peña de Francia. Su paisaje urbano es un conjunto de aire medieval compuesto por construcciones populares de manpostería y madera, típicas de la sierra de Salamanca, y casas blasonadas en piedra de sillería.
La villa cuenta con otros monumentos de interés, como su antigua muralla y sus cuatros puertas. Destaca también el entorno formado por su castillo, fechado en el siglo XV y la plaza de Armas. También cabe mencionar la Torre de las Campanas del siglo XVII, situada en la plaza de la Iglesia.
Mogarraz
A escasos 8 kilómetros por una sinuosa SA-225 nos presentamos en un pueblo distinto a lo habitual, Mogarraz, uno de los tres pueblos de la provincia de Salamanca que tiene el privilegio y honor de formar parte de la red de los pueblos más bonitos de España.
Lo primero que te llamará la atención al adentrarte en sus calles es su arquitectura de tramonera y piedra, perfectamente conservada hasta nuestros días; tampoco pasará inadvertida la decoración de casi todas sus fachadas, en las que cuelgan retratos realizados sobre soportes de chapa, en las que el artista local Florencio Maillo, ha resucitado el rostro de 388 vecinos que fueron retratados para que tuviesen la foto-carné necesaria para sacarse el documento nacional de identidad allá por 1967.
El resto de la localidad guarda un gran parecido con sus pueblos vecinos, y en cualquiera de sus rincones te podrás topar con "Antón", un cerdo que se mueve a sus anchas por las calles, comiendo lo que los vecinos le dan y durmiendo a la sombra de cualquier puerta.
Antón
Nuestro camino sigue por los pueblos de la Sierra de Francia y aunque no nos detenemos en San Martín del Castañar, no podemos dejar de observar desde la carretera la similitud con los pueblos ya visitados. Nuestro siguiente objetivo, la Peña de Francia, nos espera.
Peña de Francia
La SA-203 es la carretera que nos hará coronar su cima, la subida es enrevesada por una carretera que se abre paso entre unos árboles que no nos dejan ver la majestuosidad de la peña. Conforme vamos ascendiendo, la vegetación empieza a desaparecer y comenzamos a vislumbrar las impresionantes vistas que nos ofrece el ascenso.
Después de visitar la Capilla de la Peña de Francia, construida en el siglo XVII sobre la cueva donde fue hallada la imagen de la Virgen;  el mirador circular, desde el que se pueden divisar algunos pueblos de la región; el Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia (el santuario mariano a mayor altitud del mundo) y disfrutar de las impresionantes vistas, no nos quedaba más remedio que disfrutar esta vez de la más que aceptable comida de la Hospedería de la Peña de Francia, al lado de un grupo de seis BMWteros que al igual que nosotros, habían pensado que tan espectacular sitio, se merecía un alto gastronómico.
Despidiéndonos de la Peña de Francia

Volvemos tras nuestros pasos y descendemos la carretera que nos llevó hasta la Peña de Francia, tomamos la SA-201 y en unas pocas curvas nos encontramos en La Alberca, sin duda una de los pueblos más representativos de la Sierra de Francia, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1940, primer pueblo español en lograr tal distinción y del que no debes irte sin perderte por sus calles, algunas de ellas aromatizadas con el olor del buen jamón de la zona, visitar su iglesia del siglo XVII, en la que destaca un púlpito de granito policromado del siglo XVI; y como no, contemplar detenidamente su Plaza Mayor, eje principal de la localidad y desde donde salen casi todas sus calles.

Siguiendo por la SA-201 pronto nos encontramos con un vertiginoso descenso aderezado con ocho curvas de herradura; la zona de las Hurdes y el pueblo de las Mestas, ya en la provincia de Cáceres, nos ven pasar; pero como aquel turista que quiere pasar inadvertido, no nos alejamos de la provincia de Salamanca más de lo preciso y a la altura de Riomalo de Abajo termina nuestra aventura cacereña.
La carretera se vuelve a convertir en SA-225 hasta Sotoserrano, donde giramos a la derecha y nos dejamos llevar hacia Colmenar de Montemayor, pero nuestra mirada ya está puesta en divisar pronto Béjar, no nos queda más de una hora de luz y queremos llegar a nuestro destino final de la etapa de hoy, Candelario.
Intentando entrar por las calles de
Candelario
Candelario es el típico pueblo de montaña (se encuentra a tan solo 21 kilómetros de la estación de esquí de La Covatilla), que conserva el encanto y particularidades que le hacen diferente de otros pueblos similares; sus batipuertas, existentes en la entrada de casi todas sus casas y cuyo origen parece ser que era para permitir la entrada de luz pero a la vez impedir la entrada de los animales, así como en época de matanza proteger al matarife de las posibles cornadas de las reses; sus regaderas, canales de agua que discurren por todas las calles de la Villa y que parten de una principal, la regadera del pueblo.

Domingo 9 de octubre. Candelario-Pinto(333Km.)
El día amanece soleado y pese al fresquito mañanero, la carretera DSA-181 que nos saca de la localidad, quizá por su lado menos convencional, nos produce una sensación muy agradable, mientras que nos lleva entre una frondosa vegetación hasta la localidad de Navacarros, donde ya cogemos la SA-100, manteniendo esta identificación durante unos pocos kilómetros, para convertirse en AV-100 hasta que divisamos el castillo de El Barco de Ávila.

Castillo de El Barco de Ávila

Sin postrarnos ante sus puertas y ni siquiera atravesar su río Tormes, continuamos por la N-110 hacia Tornavacas, o lo que es lo mismo, su puerto, que se encuentra entre la provincia de Ávila y de Cáceres, aunque desde Ávila casi ni te enteras cuando llegas a él, es a partir de este momento, hacia Cáceres cuando la carretera, unos 7 km empieza a ganar en enteros; después vendrá Jerte y su valle, Cabezuela del Valle, donde cruzamos al margen izquierdo del río Tormes,  Navaconcejo y desde aquí poco más de 9 km para girar a la izquierda tomando la CC-17.5, la carretera 
 vuelve a ponerse divertida, muchas curvas en ascenso antes de llegar a Valdastillas, y ya continuará así hasta Piornal, no es de extrañar que este pueblo sea el que se encuentra a mayor altitud de Extremadura.
Hacia Garganta de la Olla
Como es normal, desde aquí todo es descenso, y así nos lanzamos por una carretera bastante entretenida, llena de curvas, gravilla y alguna que otra rama seca, todo esto aderezado dentro de un entorno espectacular.
A un paso de la Garganta de la Olla nos encontramos con el Monasterio de Yuste, uno de los Monasterios más conocidos de España por su vinculación histórica con los últimos años de vida de Carlos I de España y V de Alemania, pese a ello, aún sigue siendo una asignatura pendiente  su visita; junto a él, otra asignatura pendiente, el cementerio alemán de Yuste, donde se encuentran enterrados casi 200 soldados alemanes, que fueron encontrados en territorio español durante la I y II Guerras Mundiales.
Losar de la Vera
La EX-203 nos va llevando por todos los pueblos de La Vera, Aldeanueva, Jarandilla, Losar (con sus setos tan espectaculares a uno y otro lado de la carretera), Talaveruela, Valverde, Villanueva y Madrigal, donde cogemos la CL-501 para llegar a Ramacastañas, punto desde el que podíamos haber ido hacia el Puerto del Pico o el de Serranillos, pero al final optamos por algo más relajado y que se ha convertido en un clásico en nuestras salidas por la zona de Ávila, tirar hacia Piedralaves, o lo que para nosotros es lo mismo, La Bodeguilla, lugar con un encanto especial junto a la garganta del Nuño Cojo y de la que no te deberías de ir sin probar sus croquetas caseras y sus exquisitas patatas revolconas.


Después de saborear tan singulares manjares, vuelta a la moto y casi poniendo el automático tomamos dirección hacia San Martín de Valdeiglesias y ya sin ganas de muchas más curvas, ponemos dirección hacia la M-50, volvemos a casa.


martes, 13 de septiembre de 2016

Sierra de Cazorla, mucho más que olivos.

No era un viaje que estuviese planeado desde hacía mucho tiempo, es más, este fin de semana estaba reservado para otra escapada, pero problemas logísticos de último momento nos hicieron desistir de su realización; así y dado que éste era uno de los destinos desconocidos y preferidos de Aurora, en dos días nos pusimos manos a la obra y pudimos diseñar este fin de semana por el espacio natural protegido más grande de España, la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.

Viernes 9 de septiembre. Pinto-Baeza (299 Km.)
Como otros inicios de viajes de fin de semana en moto, la ida no suele guardar muchos misterios, salida sobre las cuatro de la tarde, autovía, parada cada hora más o menos y llegada al hotel con tiempo para descubrir algo de la localidad de destino. Esta vez no iba a ser muy diferente, salvo que la salida fue un poco más tarde, el concierto de la noche anterior (fiestas de Valdemoro) me habían dejado un poco transpuesto después de comer, ¡Es lo que tiene intentar darlo toooo con la Edad de Oro del Pop Español...!

Al salir de la Autovía de Andalucía por la Autovía de Sierra Nevada-Costa Tropical (A-44) y tomar la A-32 dirección Linares, es cuando te das cuenta de que te algo ha cambiado, te encuentras en la provincia de Jaén e interminables hileras de olivos en perfecta formación tapizan ambos lados de la carretera.

Sobre las ocho de la tarde ya nos encontrábamos perdiéndonos por la ciudad de Baeza, y digo perdiéndonos, porque no teníamos nada previsto por visitar, todo había sido muy precipitado, pero qué mejor forma de conocer una ciudad que dejarse perder por sus calles, plazas y rincones...
Adentrarte en Baeza es como trasladarte en el tiempo y hacer un viaje de varios siglos atrás,  en donde sus calles silenciosas y de piedras doradas te harán apreciar el esplendor de tan bella ciudad.
Sobre estas líneas la Plaza de los Leones, donde se observa a la izquierda la Antigua Carnicería del siglo XVI, en la actualidad sede de los Juzgados de Baeza y en el centro, la Fuente de los Leones, que podría proceder de la ciudad romana de Cástulo y cuya figura femenina podría tratarse de la princesa íbera Imilce, esposa de Aníbal.

Caminando un poco, nos podemos encontrar con la Catedral de Baeza, construida sobre los restos de una mezquita y en la que se pueden observar distintos estilos arquitectónicos en su fachada, así la Puerta del Perdón es de estilo gótico, su parte más antigua, la Puerta de la Luna, es de estilo gótico-mudéjar, mientras que su fachada principal es de estilo renacentista; frente a ésta, en la Plaza de Santa María, se encuentra la fuente del mismo nombre, considerada por algunos historiadores, como una de las fuentes más bellas de Andalucía y que contribuyen al conjunto monumental renacentista de Baeza, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003.

Tampoco deberías dejar de contemplar, en tu paseo por las calles de Baeza, la fachada de la Antigua Universidad, buen ejemplo del manierismo baezano, en la que destaca el medallón bajo manto que representa a la Santísima Trinidad,  el Palacio De Jabalquinto, del siglo XV y una de las joyas del gótico isabelino que en la actualidad es sede de la Universidad Europea de Andalucía y el Mirador Antonio Machado, situado en el Paseo de las Murallas y desde el que podrás disfrutar de unas impresionantes vistas del "mar de olivos" de Jaén, así como de todo el valle del Guadalquivir, la Sierra de Cazorla y Sierra Mágina. Este mirador recibe el nombre del poeta que vivió y ejerció como profesor de francés en la Universidad de Baeza de 1912 a 1919.
Desde el Mirador Antonio Machado.
Y como no solo de cultura y de historia vive el hombre, no te puedes perder el tapear por los muchos bares y restaurantes de su centro histórico.


Sábado 10 de septiembre. Baeza-Baeza (335 Km.)
Para este día y después de haber visitado unos cuantos foros en los que se hablaba de la zona, tracé una ruta que pasaría por la localidad de Cazorla, recorrería todo el trazado del Embalse del Tranco de Beas, intentaríamos realizar la subida al Yelmo, para posteriormente trazar una ruta circular partiendo de Orcera, pasando por Benatae, dejando Siles a nuestra izquierda y volviendo a Orcera por la singular Segura de la Sierra, completado el círculo accederíamos a La Puerta de Segura para retornar por la N-322 a Baeza

Cazorla.
El primer destino con el que nos encontramos, a tan solo 50 kilómetros de Baeza por la A-315, es la localidad de Cazorla, puerta de la Sierra que lleva el mismo nombre; enclavada entre montañas, este pintoresco pueblo de casas blancas se arremolina a los pies del Castillo de la Yedra. No menos importante, pero sin tiempo ni equipados para la ocasión (es uno de los inconvenientes de las rutas en moto) son las ruinas de Santa María, cuya singularidad radica en ser la única iglesia en Europa construida sobre un río. Bajo sus cimientos se encuentra una gran bóveda, que servía para canalizar el agua del río y como sustento de la Iglesia. Se puede realizar una visita guiada bajo esta bóveda por el río Cerezuelo.

Saliendo de la Iruela hacia Arroyo Frio por el Puerto de las Palomas (1200 msnm), nos encontramos quizá con uno de los mejores miradores de la Sierra de Cazorla, el Mirador de las Palomas, desde el que se pueden observar unas increibles vistas del Valle del Guadalquivir y sus pueblos, así como sus extensos olivares.
Mirador de las Palomas.
Centro Visitantes la Torre del Vinagre.
Antes de llegar al inicio del Embalse del Tranco, justo en el kilómetro 45 de la carretera A-319, nos encontramos con el Centro de Visitantes de la Torre del Vinagre, donde se ofrece una visión general de la naturaleza de los cinco tipos de ambientes que albergan La Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
Embalse del Tranco.
Otro singular punto  es el ya nombrado Embalse del Tranco, uno de los mayores embalses de España, que recorrimos por su margen izquierda (A-319), pudiendo observar multitud de miradores, como los de la Ruta de Félix Rodríguez de la Fuente, áreas recreativas y servicios de alojamiento y restauranción. 

Una de las mayores preocupaciones de esta ruta era la subida a El Yelmo, ya que había leído que se accedía por una pista forestal, y pese a que últimamente la RT se estaba metiendo por todo tipo de terrenos, no es una moto concebida para pistas, así que recurrí nuevamente al mejor buscador y generador de rutas que conozco, el foro de BMWMOTOS.COM. En esta ocasión conté con la inestimable ayuda de un forero de la zona, Bernardo (BernaGS), quien muy amablemente preguntó a agentes forestales del lugar y me confirmó que el acceso se encontraba asfaltado.
Subida a El Yelmo.
El Yelmo con sus 1809 metros de altitud es uno de los picos más altos de la zona y desde él se puede divisar todo el Parque Natural, tierras manchegas e incluso  estribaciones de Sierra Nevada. Su carretera de acceso desde la aldea de El Robledo, discurre entre bosques de pinos y encinas y tras recorrer poco más de diez kilómetros y medio por una pista forestal "asfaltada" alcanzamos su cima. 
Desde hace unos años este punto se ha convertido en referente de la zona dentro del mundo del vuelo libre, existiendo en su cumbre una Estación de Vuelo libre, para los practicántes de este deporte.
Parapente desde El Yelmo
Volvemos a una más tranquila A-319 para pronto empezar a divisar en lo alto de una loma el Castillo de Segura de la Sierra, éste sólo nos indica que nos encontramos cerca de lo que será una ruta circular, que comenzando en el pueblo medieval de Orcera, nos va a llevar por una carretera estrecha, pero bien asfaltadas hasta Benatae, desde aquí continuamos nuestra marcha hasta que enlazamos con la A-310 dirección Siles, dejando este pueblo a nuestra izquierda nos adentramos en una carretera que cambia totalmente, la JF-7012 es una carretera estrecha, quebrada y  que pide a gritos una capa de asfalto. Nos hace ascender entre pinos hacia el paraje Las Acebeas, lugar donde se da un microclima especialmente húmedo y fresco propio de los bosques norteños.

Momento de duda...
Castillo Segura de la Sierra. 

La JV-7032 ahora nos hacía descender hacia Segura de la Sierra, lo primero que nos llama la atención, mucho antes de llegar a esta localidad es su castillo, como un imán atrae nuestra atención y se configura como un icono dominante sobre las blancas casas del pueblo que preside.

Desde aquí nuevamente a Orcera y ya una vez completado el círculo, el regreso hacia Baeza lo hicimos por Puerta del Segura donde una N-332 en muy buen estado nos dejó nuevamente en nuestro origen y final de la ruta de hoy, 335 kilómetros que nos tuvieron encima de la moto unas nueve horas; las calles de Baeza nos esperaban.
De regreso por la N-322.

Domingo 11 de septiembre. Baeza-Pinto (299 Km.)
Hoy había en el tintero algunas posibilidades para hacer que el regreso tuviese un poco más de salsa, entre otras, visita a Úbeda, cuyo casco antiguo también está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, recorrer el Parque Natural de Sierra Mágina, donde se encuentra la cota más elevada de Jaén y una de las cumbres más altas de Andalucía, el Pico Mágina con sus 2.167 metros o dejarnos caer por la ciudad manchega de Consuegra y sus molinos del "Cerro Calderico"; pues nada, ninguna de las posibilidades mencionadas.
Regreso por unos kilómetros al pasado.
Una pequeña incursión por la antigua N-IV a la altura de Santa Elena, para no hacer tan monótona la autovía de Andalucía, nos llevó por el famoso, mítico y terrible Paso de Despeñaperros hasta Venta Cárdenas.
Poco más que destacar de este trayecto, posición de control de velocidad en automático y regresamos a casa.
Todo un clásico, Casa Pepe.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Serranía de Cuenca

Atrás queda ya abril, y una de nuestras primeras salidas con la RT a la ciudad de Cuenca, por aquel entonces, simplemente fue eso, una pequeña salida de ida y vuelta en el mismo día, pero en nuestro ánimo quedó la convicción de volver a esa ciudad colgada sobre el abismo de las hoces, la ciudad tallada por el agua y por el viento, la extraordinaria ciudad de Cuenca y su serranía.

Como suele ser habitual, los valiosos comentarios y recomendaciones de los foreros de BMWMOTOS.COM, en apenas dos días, permitieron que pudiese diseñar la ruta que ahora os quiero mostrar.

Viernes 26 de Agosto.
Salimos de Pinto (Madrid), sobre las cuatro de la tarde de un viernes muy soleado; como nuestra intención era visitar la Ciudad Encantada a la llegada a Cuenca, no había tiempo para recrear la conducción por carreteras secundarias, así que no huimos de la autovía y nos adentramos de lleno en la A-40 (Autovía de Castilla la Mancha) desde Aranjuez hasta Tarancón y de aquí hasta nuestro destino final, 173 kilómetros prácticamente en solitario y poco más de hora y media de duración.
Hospedería seminario.
Como el hotel donde nos íbamos a alojar, Hospedería Seminario Conciliar de San Julián, tenía concertado un parking cerca del mismo, pues allí que nos fuimos directos.
El casco antiguo de Cuenca tiene un gran problema de aparcamiento, junto a la Catedral, en la Ronda Julián Moreno, podrás encontrar una pequeña zona de estacionamiento reservada para motos, pero eso sí, sólo son 6 plazas, nadie te va a garantizar que esté libre para tí, y el ver motos por las aceras, me da la sensación de que tiene que estar muy mal visto en esta ciudad, ya que no se ve ninguna, así que si la moto va a estar un tiempo parada, mejor es buscar un parking, que los hay. 
Tras llegar a nuestro singular hotel, recientemente inaugurado (se encuentra en Booking desde el 17 de agosto) y mostrarnos las posibilidades que podíamos hacer en la ciudad, desistimos de trasladarnos a la Ciudad Encantada, eran casi las seis de la tarde, hacía calor y la opción que nos proponía el hotel nos resultó más atractiva.
Un paseo por la calle San Pedro, con dirección a las ruinas del Castillo (siglo XII), del que no queda prácticamente nada, salvo una de las nueve puertas de entrada que tenía la ciudad, la puerta del Bezudo, nos sitúa en la parte más alta de ciudad, en el barrio del Castillo, y nos ofrece unas espectaculares vistas a ambas hoces, la del Júcar y la del Huécar.
Moteros alemanes por Cuenca.
Después de este recorrido y dejarnos perder por la Ronda de Juan Romero mientras bajábamos para la Plaza Mayor, nos fuimos a la catedral, habíamos adquirido entradas para la exposición "La Poética de la Libertad" una exposición con motivo del IV Centenario de la Muerte de Miguel de Cervantes, compuesta por tres miradas sobre el tema de la libertad, unidas por un entorno histórico-artístico excepcional, la mirada intemporal (Miguel de Cervantes), la mirada lejana (Ai Weiwei) y la mirada cercana (autores informalistas).



Casas Colgadas.
Tras la cena, en el restaurante San Juan Plaza Mayor, no hace falta decir donde se encuentra, tomamos la calle Obispo Valero, junto a la catedral, ésta enlaza con otra más estrechita, la Canónigos, donde se encuentra el Palacio Episcopal y el Museo de Cuenca; sin dejarla, te pondrás bajo el icono de esta ciudad, las Casas Colgadas, literalmente colgadas de la roca y mirando a la hoz del río Huécar. En la actualidad se conservan tan sólo tres de ellas, una ocupada por un mesón y las otras dos por el  Museo de Arte Abstracto de Cuenca.
Otro punto que no debes perderte es la vista hacia las Casas Colgadas desde el centro del Puente de San Pablo.
Volviendo a la Plaza Mayor y sin alejarnos mucho, encontramos una terraza bar con vistas, esta vez hacia la hoz del Júcar, en la Bajada de San Miguel, buen sitio y momento para tomar un ron con cola antes de ir a dormir.
Chin-chin.




Sábado 27 de Agosto.
Sobre las 10 de la mañana estábamos saliendo de Cuenca por la CM-2105 con dirección  a la Ciudad Encantada, pese a que ya habíamos decidido no visitarla, no por falta de ganas, pero con el traje de moto, en pleno verano, el hacer un recorrido de hora y media caminando, se nos hacía un poco cuesta arriba, así que nos limitamos a circular por su carretera y comprobar lo concurrido de su aparcamiento.
Continuamos la ruta dirección Uña y a cuatro kilómetros cogimos la carretera que salía a su derecha, carretera que figura sin nombre en el navegador, tras diez kilómetros llegamos a un cruce, allí tomamos la CUV-9141 con dirección Beamud, una carretera que nos iba a llevar hasta la Base BRIF de Prado de los Esquiladores (Brigada de Refuerzo Contra Incendios Forestales), continuamos la marcha y a escasos 800 metros nos encontramos con una carretera que poco a poco va perdiendo su calificativo para ir transformándose en camino. 
CUV-9141
¡Diossss, que vamos en una RT! Qué camino es este???. Por precaución pongo el modo lluvia, ganaremos algo de agarre y estabilidad, y nos enfrentamos a 10 kilómetros de desconcierto por una carretera de tierra compacta con gravilla, no se puede pasar de 2ª.
En Beamud sabemos que la carretera CUV-9112, que nos llevará a Valdemoro-Sierra no figura en el navegador de mi moto, es difícil entender como una carretera inexistente para el navegador puede estar en tan buenas condiciones, comparada con la anterior; llego a meter hasta 5ª.
Desde Valdemoro-Sierra, una carretera en muy buen estado y con suaves curvas nos pone en las puertas de Campillos-Sierra, donde cogemos la CM-2106 con dirección a Huerta del Marquesado, aquí paramos a ver parte de una exposición muy singular, "El Paisaje Ilustrado", en la que su autor, Luis Zafrilla, a través de esculturas realizadas en acero, nos muestra distintas escenas de la vida cotidiana en los pueblos.

Distintas esculturas en Valdemeca.
Muy cerca de Huerta del Marquesado, en Valdemeca, localidad del autor de El Paisaje Ilustrado, volvemos a hacer una parada para contemplar estas escenas costumbristas que embellecen el entorno natural y que se integran perfectamente en el paisaje, hasta el punto de confundir al observador sobre la veracidad de las mismas. 
El Paisaje Ilustrado comienza nada más entrar en el pueblo, con las escenas de "Tarde de toros", "El encuentro", "La guardia civil"... y así hasta un total de 22 escenas a tamaño real, 8 en Huerta del Marquesado y 10 en Cañete.
Al final, casi no nos dejan salir de Valdemeca...
Tras comer en el bar La Veredilla, dejamos Valdemeca y ponemos rumbo al Nacimiento del Río Cuervo.
Cuando pasamos por Tragacete, recuerdo las recomendaciones sobre el tema de repostar la moto, desde que salimos de Cuenca no había vuelto a ver una gasolinera y no son muy abundantes por la provincia, pero el depósito se encontraba con más de tres cuartos, así que pasamos de largo.
Carretera Río Cuervo.
Un manto de pinos a ambos lados de la carretera hacen que, pese a que circulamos a 30º, la sensación térmica sea muy agradable.
Aparcamos la moto en la entrada del recorrido del Rio Cuervo, después de andar unos 200 metros y ver como otros moteros se quitaban el pantalón de la moto y se enfundaban unos cómodos pantalones cortos, comprendimos que era mejor dejar de seguir andando, hora y media de recorrido, a las cuatro de la tarde, con traje y botas de moto, por muy de verano que sean, no hay cuerpo que lo aguante; dimos media vuelta y lo dejamos para mejor ocasión. Dos "magnun frac" en uno de los bares del aparcamiento junto al río, hacen que nos olvidemos del nacimiento del río.
Nos ponemos en marcha hacia Peralejos de las Truchas, la carretera sigue  siendo espectacular, buen asfalto, buenas curvas, poca circulación, disfrute total. En 14 kilómetros nos encontramos el desvío hacia Peralejos de las Truchas, la carreta cambia, su ancho se hace más estrecho y los pinos casi desaparecen, nos lanzamos en un descenso sin interrupción entre paredes verticales hasta la frontera con la provincia de Guadalajara, el río Tajo. Cruzamos su puente, el agua es cristalina, que distinta de aquella que pasa por la ciudad que me vio nacer.

La carretera vuelve a cambiar, estrecha, parcheada, ¡ Qué bien que viene el cambio de amortiguación de la RT! con la posición "soft" la conducción se hace mucho más agradable por estas carreteras.

Después de alojarnos, nos ponemos en marcha hacia Chequilla. La carretera la cogemos a 3 kilómetros de Peralejos, la GU-960, de nuevo, esta carretera es inexistente para el navegador, si bien, se encuentra en perfecto estado y recién asfaltada, en 12 kilómetros nos plantamos en Chequilla.
Esta pequeña localidad del Parque Natural del Alto Tajo, nos recibe con unas impresionantes formaciones rocosas de arenisca roja, en las que el pueblo se asienta y se adapta. Junto a la localidad, recorriendo los caminos que hay entre bloques de rocas, se descubren estrechos pasillos, esbeltos torreones, miradores sobre el pueblo y una singular plaza de toros. Toda una pequeña "ciudad encantada" formada por los relieves de areniscas.
Paisajes de Chequilla.



Domingo 28 de Agosto.
Salimos de Peralejos de las Truchas con dirección a Beteta, nuevamente disfrutamos de un día soleado y el fresquito de la mañana se agradece. Aquí ya si que no dejamos pasar la oportunidad de repostar la moto,¡Quién sabe cuando volveríamos a ver una nueva gasolinera!La carretera cambia con la presencia del río, y prácticamente desde la salida de Beteta, el Río Guadiela nos acompaña incrustando la carretera entre sus hoces.
Antes de entrar en Puente de Vadillos, la carretera nos sorprende atravesando un arco de roca. 

Continuamos hasta Cañamares, donde cogemos dirección Priego, la carretera CM-2023, al principio, no presagia lo que nos vamos a encontrar en pocos kilómetros, bien podría ser la carretera sin gracia de cualquier pueblo castellano; nada que ver con la realidad. Sin darnos cuenta nos metemos en el Estrecho de Priego, como así se conoce a la hoz creada por el río Escabas. Sus grandes paredes de roca caliza se sitúan a ambos lados del río y de la carretera, llegando a rozar los cien metros de altura en algunos puntos.
Estrecho de Priego.

Volvemos por nuestros pasos y cogemos la CUV-9031, nada más pasar el Camping La Dehesa, la carretera nos conduce bajo lo que parecen "los dolomitas conquenses". El río vuelve a desaparecer y con él el paisaje y la carretera cambian. Enlazamos subidas y bajadas con sucesión de suaves curvas, giramos por una carretera parcheada, irregular, el modo soft vuelve  a hacer perfectamente su función, mientras, los pinos que se alzan hacia el cielo nos envuelven. 

El paisaje es como un vaivén, cambia según los antojos del río y ahora el que nos lleva hacia Las Majadas, ausente de río, se vuelve más agreste.
La carretera de Las Majadas CUV-9113, nos lanza en una sucesión de curvas hacia Villalba de la Sierra, donde ya, la CM-2105 nos traslada de regreso a Cuenca. 


Salimos de Cuenca después de haber repuesto fuerzas en la Terraza del Río Júcar, los ríos, los pinos y esas paredes de piedra han desaparecido, ahora la línea de alta velocidad, el sol sobre nuestras cabezas y el ocre de los campos de Castilla ocupan su lugar. Estamos nuevamente en la A-40, el automático de la moto empieza a hacer su función, volvemos a casa.